jueves, 29 de noviembre de 2012

Capítulo 1: Hello


Capitulo 1: Hello

     Era día de mercado en el pueblo y primer día de las vacaciones patronales. Ya comenzaba a refrescar por las noches y las horas de luz duraban menos. Decidí levantarme pronto para acompañar a mi madre a comprar, algo extraño debido a mi tremenda pereza, pero son efectos de mi bipolaridad. Fui directa al baño para conectar la plancha y despejarme un poco lavándome la cara con agua fría. Me peiné con tranquilidad, ya que no tenía prisa alguna, y me puse lo primero que vi en el armario.

     -Hye Hoon, date prisa que no tengo toda la mañana. Aún tengo que preparar la comida y el arroz tarda en hacerse.- gritó mi madre desde el salón-comedor.

     -¡Ya voy!- por las mañanas tenía muy mal carácter. Solía enfadarme rápido, aunque se me pasaba enseguida.
     Odio mi forma de ser. Siempre malentiendo a la gente, aunque esté bromeando me lo tomo muy en serio y acabo por hundirme en una depresión de la que me cuesta salir. A veces soy realmente insoportable…

                                                                       ~*~

2 semanas después

     Estoy nervioso y no entiendo por qué. No es mi primer concierto y tampoco es la primera vez que visito Barcelona. El vuelo está siendo tranquilo así que no tengo que preocuparme, por mucho que Jonghyun intente meterme miedo. Mientras admiraba el paisaje repasaba algunas de las canciones para matar el tiempo, aunque me supiera las letras de memoria. Me sudaban las manos. Miré pasillo abajo en busca de la azafata. La chica me miró sonrojándose y vino para ver qué quería.

     -¿Puede traerme un vaso de agua?

     -Por supuesto.- se dio la vuelta sin apartar los ojos de mí.

     A veces sentía que me vigilaban las 24 horas del día, pero son consecuencias que tengo que aguantar al querer ser artista. No es que me moleste, aunque a veces es algo desesperante. Me lo bebí poco a poco, mirando de vez en cuando por la ventana,  mientras sentía la mirada de Minho en mi nuca. Lo miré de reojo para ver qué quería, pero sólo sonrió y miró hacia delante otra vez. Yo extrañado me giré hacia él y le pregunté qué pasaba.

     -¿Por qué te ríes de mí?- pregunté divertido.

     -Se te nota bastante nervioso y es graciosa la cara que pones cuando estás nervioso. Te sudan hasta las cejas.

     En un acto instintivo me pasé la mano por las cejas y provocó que Minho comenzara a reírse escandalosamente. Yo ni siquiera sabía por qué me estaba riendo, pero era contagioso. Incluso Key que siempre está como en trance cuando subimos a un avión, se estaba riendo y con ganas. Onew se despertó de repente por el ruido que estábamos armando y nos miró un tanto desconcertado. Preguntó qué era lo que tenía tanta gracia.

     -¿Hace falta despertar a la gente?- no lo decía enfadado, pero siempre intentaba parecer autoritario, aunque era imposible tomarle en serio con la cara que ponía.

     Sus palabras provocaron que comenzásemos a reír más fuerte. A Key incluso le caían las lágrimas. No había sido para tanto, pero una vez se extiende la risa es difícil parar.

     -Estoy nervioso y me sudan las cejas.

     Onew se puso la chaqueta en la cabeza para parecer que pasaba de todo, pero todavía podías ver cómo se convulsionaba por la risa. Me había sentado bien reírme un poco porque estaba menos nervioso. Iba a dar todo de mí en el concierto como siempre y esperaba que las fans también lo hicieran. Mis nervios eran más por eso, que por cantar. Sé de sobra que nos conocen en España y creo que no son pocas personas. Aún así sigo algo inquieto.
Cuando bajamos del avión y llegamos a la entrada principal del aeropuerto para coger los taxis y dirigirnos al hotel juraría que había más de cincuenta personas esperándonos a todos con carteles y un millón de flashes capturaban nuestra llegada. Me asombré un poco al ver a tantas fans, pero enseguida sonreí a las cámaras y seguí a mis compañeros hacia la salida tranquilo. Nos subimos a los coches no sin antes firmar algún que otro autógrafo y nos dirigimos al hotel que se encontraba cerca de donde íbamos a tocar.

                                                                       ~*~

2 semanas antes

     Cuando llegamos de comprar me aposenté frente al ordenador sin poder evitarlo más. Tenía que enterarme de lo que pasaba en mi mundo de fantasía asiática. Abrí las redes sociales y comencé a leer todos los comentarios y las nuevas noticias. Nada interesante salvo un gran cartel repleto de gente donde aparecía la palabra “Spain”. ¿Qué? Me acerqué sin poder evitarlo a la pantalla y miré con cautela de que no fuera una broma lo que estaba ante mis ojos. La famosa SM Entertainment ofrecerá un SMTOWN Show en Barcelona, España, con todos sus artistas, entre los cuales se encuentras, SNSD, SHINee, Super Junior… Estaba segura de que mi corazón había dejado de latir por un momento. No podía creer que mi sueño se estuviese haciendo realidad…

     -¿Yong Soo-noona?- llamé a mi hermana primero con calma- ¡Noona!- los nervios me podían. No podía aguantar la felicidad que recorría mi cuerpo.

     -¿Qué pasa?- preguntó algo sorprendida por mis alaridos.

     -SHINee… Barcelona… Concierto…

     Ambas nos miramos con los ojos como platos, los míos llenos de lágrimas y mi hermana se acercó a la pantalla para leer lo que le señalaba con manos temblorosas. Ninguna de las dos pidió permiso para ir a Barcelona a ver el concierto, pero ya éramos mayorcitas y era una oportunidad única. Lo primero que hizo mi hermana fue coger una silla y comenzar a reservar las entradas. Yo cogí mi móvil y llamé a mi primo para preguntarle si podíamos quedarnos en su casa unos días y, por supuesto no se opuso. Hacía casi cinco años que no nos veíamos. Después de tener todo en orden fuimos al salón-comedor y les dijimos a nuestros padres que nos íbamos a Barcelona en una semana. Al principio se quedaron con cara de “pero qué me cuentas”.

     -¿Pero tú de qué vas?- me espetó mi madre.- Ni pensarlo os vais a ir solas allí tan largo.

     -Mamá, que vamos en tren y el primo nos esperará en la estación, que no tiene pérdida coger un tren, jolines.

     -¿Pero qué no tienen ya la mayoría de edad? ¡Casi 20 años una y la otra los pasa de sobra!- intervino mi padre.

     Mi hermana se enfadó un poco por el comentario de mi padre, ya que se tomaba algo en serio la edad. Se sentía joven y realmente no aparentaba tener 23 años, que no era una edad muy avanzada. Yo tampoco aparentaba los 19. Parecía más bien una adolescente de 16 años, por desgracia o por suerte, dependiendo del contexto.

     Al final acabó accediendo aunque algo inquieta, cosas de madres. Ya sé que no quiere que vayamos solas porque tiene miedo de que nos pase algo, pero algún día vamos a tener que irnos de casa y vivir solas. Mi hermana ya lo hace y mi madre lo suele pasar mal, aunque ya está más acostumbrada que cuando se fue el primer año. Yo espero poder irme a la capital a finales de este año. El pueblo me limita mis estudios, aunque no los idiomas. Gracias a uno de mis compañeros de clase he conseguido aprender coreano, aunque sea lo básico para poder comunicarme. El japonés también lo domino bastante bien, incluso mejor que el coreano. Seguramente cuando les vea no me saldrán las palabras de lo nerviosa que estaré. Tengo que conseguir una foto, me repetía una y otra vez. Después de asimilar que iba a ver a mis ídolos por fin, traté de tranquilizarme un poco y los días siguientes antes de irnos los dediqué a adelantar toda la faena que tenía del instituto y a aprenderme las canciones y algún fanchant por si acaso. No cantaba muy bien pero al menos intentaba que no me temblara la voz. Lucifer no necesitaba ni repasarla. La había escuchado tantas veces que era imposible que no me hubiera aprendido la letra.

                                                                       ~*~

     El hotel era bastante agradable y nos trataban realmente bien. La comida española era deliciosa. Era nuestro segundo día en la gran ciudad y teníamos mucho que preparar. Después de desayunar nos dirigimos al pabellón donde estaban terminando de montar el escenario. Hacía un día agradable. El sol era el protagonista principal, no había muchas nubes y corría una suave brisa que se agradecía por el calor. No había mucha gente por la calle ya que eran las siete de la mañana, demasiado pronto para las adolescentes en vacaciones.

     Llegamos al pabellón en unos 15 minutos aproximadamente. Al entrar vimos que era realmente grande, aunque el escenario quitaba gran parte del espacio. Pero aún así seguramente cabían más de 10.000 personas. ¿Podríamos llenarlo? No estaba seguro, pero confiaba en ello. Iba a ser una experiencia realmente alucinante. Siempre que vas a tocar a algún sitio donde no lo has hecho antes te haces las mismas preguntas: ¿Vendrán a escucharnos? ¿Les gustará lo que hacemos? ¿Se lo pasarán bien?... Yo siempre hago todo lo posible por hacer que las fans disfruten cada minuto de nuestros conciertos y que sientan que me esfuerzo con cada canción.

     El escenario constaba de una plataforma principal bastante grande de la cual salía un pasillo que a su vez se convertía en una T alargada. Al fondo de la plataforma principal estaba la gran pantalla, varias mini-plataformas y escaleras para acceder a ellas. Las plataformas laterales estaban reservadas para los músicos y el coro y la central sería por donde saldrían los artistas desde el suelo, aunque también había unos ocho túneles más alrededor de todo el escenario completo.

     -¿Qué os parece?- preguntó la coordinadora. Todos miramos a nuestro alrededor, observando cada detalle: los cañones de confeti, las otras dos pantallas laterales, una plataforma que ascendía desde el centro de la T…

     -Es genial. Siempre hacéis un gran trabajo.- respondió Onew.

     Como tenían casi todo preparado fuimos al despacho improvisado para ultimar los últimos detalles antes de los ensayos generales. Ya teníamos el tracklist aprendido, con canciones nuestras y algunas covers con otros artistas de la compañía. Estuvimos toda la mañana preparándonos y ensayando. Las horas pasaban rápidamente. Me divertía muchísimo en los ensayos, hacíamos bromas y a veces nos equivocábamos a propósito para sacar de sus casillas a la coordinadora. Aunque ella sabía que era todo una broma. Simplemente nos seguía el rollo para hacer el día más ameno.

     Al mediodía decidimos regresar al hotel para comer y descansar un poco ya que por la tarde teníamos preparada una firma de discos en un centro comercial. Cuando nos subimos al taxi las calles ya estaban repletas de gente. Fuimos saliendo poco a poco del pabellón para no llamar demasiado la atención. El taxi arrancó y se puse en camino, pero cuando ya llevaba una velocidad razonablemente alta una chica que pasaba por el paso de peatones cuando estaba en verde, fue arrollada por el taxi que se había saltado el semáforo sin darse cuenta. Key y yo nos bajamos del taxi rápidamente sin importarnos la gente y nos acercamos a ver cómo estaba. Lo primero en lo que me fijé fue en que tenía una buena brecha en la frente y rápidamente le dije a Key, que era el que mejor hablaba inglés, que llamara a emergencias o algo. Me quité la fina chaqueta de la cintura y se la puse bajo la cabeza. Una señora mayor me ayudó a acomodarla un poco para que no se ahogase con la lengua. Entonces me fijé en su camiseta azulada con una foto nuestra donde ponía SHINee Spain. La señora se dio cuenta de que yo era el que salía en la camiseta, entonces me miró y sonrió. Correspondí a la sonrisa antes de mirar a Key que me comunicaba que la ambulancia estaba de camino. Me sentía culpable por no haber avisado al taxista de que frenara, la pobre chica no tenía la culpa. Seguramente le caerá una buena a ese hombre. A los diez minutos aproximadamente llegó la ambulancia y Key y yo nos subimos en ella, para asegurarnos de que estaba bien. Parecía que Key también estaba realmente preocupado.



[Por favor no copiar o modificar el texto sin mi permiso  © Aruba García]




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