miércoles, 20 de marzo de 2013

Capitulo 13: Lucifer




Capitulo 13: Lucifer

El gran día había llegado. Estaba más nerviosa que en un examen de la Universidad. Miré a mi derecha y vi que Taemin ya se había levantado de la cama así que decidí levantarme también. Me puse la chaqueta y sin siquiera peinarme bajé a la cocina a comer algo. En el salón estaba Key con su maleta ultimando detalles para irse.
-Buenos días. ¿Ya te vas?
-Sí. No se tarda mucho en llegar a mi casa, pero ya que voy a ir prefiero pasar todo el tiempo posible con ellos.
Asentí, le di un abrazo y le deseé feliz año nuevo. Por la cocina asomó la cabeza de Taemin y la de
Onew, que todavía no se había ido. Los demás se fueron por la madrugada para llegar pronto a sus casas. Y mi hermana había acabado yendo con Minho, que parece ser que se le declaró hace un par de días. Me acerqué a la encimera y me senté en uno de los taburetes. Sin que yo se lo pidiera, Taemin me sirvió un vaso de leche y unos cereales. Me dio un beso en la mejilla y subió a la habitación para arreglar sus cosas e irnos a su casa.
-¿Estás nerviosa?- me preguntó Onew sentándose frente a mí.
-Un poco- alzó las cejas irónico- Bueno, bastante- se rió y yo le di un trago a la leche- Es que… No sé cómo comportarme.
-Compórtate como eres. No intentes ser la novia perfecta porque entonces todo te saldrá mal.
-¿Lo sabes por experiencia?- contesté burlona.
-Simplemente cállate. Estarás más bonita.
Me levanté y le aticé con la caja de cereales en la cabeza. Terminé de desayunar y subí de nuevo a arreglar mis cosas también. Hoy dormiríamos en su casa y volveríamos mañana después de comer. Cogí un bolso grande que me había prestado Key y guardé ropa limpia, el pijama y el neceser. No necesitaba nada más para el tiempo que íbamos a estar.
-¿Nos vamos?- me preguntó Taemin que acababa de entrar a la habitación.
Asentí y bajé tras él hasta el taxi que ya había llegado. Nos despedimos de Onew y nos dirigimos al examen más importante y difícil de mi vida en estos momentos.

                                                                       ~*~

Al llegar solo estaba mi madre en casa. Mi hermano estaba con sus amigos y mi padre había salido a comprar. Así que solo las presenté a ellas dos. Mi madre nos preguntó cómo nos conocimos, pero Hye Hoon me dijo que mejor lo contábamos cuando estuviésemos todos.
-Taemin…- me llamó en susurros. Acerqué mi oído- ¿Debería llamarla “ajhumma”?
Me eché a reír sin poder evitarlo y mi madre se nos quedó mirando. Ella me dio un golpe en el brazo y me dijo que no era cosa de broma, que le sentaba mal si la ofendía.
-Supongo que no hay problema en que la llames así. No se ofenderá, pero puedes llamarla por su nombre.
-Creo que eso sería una falta de respeto, ya que no la conozco de nada.
Ahora era ella la que se reía, pero era de los nervios. La cogí de la mano y la llevé hasta mi antigua habitación para que dejara sus cosas. Cogí su bolso y lo dejé sobre la cama al lado del mío.
-¿Es aquí donde voy a dormir?
-Donde ambos vamos a dormir- enfaticé.
-Creía que los coreanos erais unos remilgados.
-Te repito que no todo es como en los doramas.
Asintió repetidas veces y se acercó a mi escritorio para ver las fotos que tenía con mis amigos y mi familia. Las cogió una por una y las miró detenidamente sin evitar sonreír como una tonta. Cogí una que llevaba entre las manos y la sujeté para poder verla bien ambos.
-Esta foto nos la hicimos cuando yo tenía ocho años. Estábamos de vacaciones en Jeju con mis tíos.
-Es preciosa.
Volvimos a dejarla y bajamos al salón para estar con mi madre. Al rato de estar hablando con ella de cosas banales, como los estudios de Hye Hoon, sus gustos, sobre su familia…, llegaron mi padre y mi hermano. Ella volvió a sentirse avergonzada y sin saber qué decir. Mi padre también la bombardeó a preguntas mientras yo hablaba con mi hermano. Hye Hoon de vez en cuando me mandaba miradas e socorro porque no sabía qué contestar.
-Taemin-ha. ¿Desde cuándo estáis juntos?
-Desde hace cuatro meses.
Me miró sorprendido. Incluso yo estaba sorprendido. El tiempo había pasado muy rápido. Me preguntó de todo, pero le dije que se lo contaría luego. Cuando me giré buscando a Hye Hoon, no la vi.
-Está en la cocina con tu madre- dijo mi padre.
Me levanté y fui a ayudarlas. Pregunté que tenía que hacer, pero ambas me echaron a patadas. Así que me senté a esperar hasta la hora de la cena. Al rato volví a entrar a la cocina para ayudar al menos a sacar los platos y por suerte no me echaron a patadas. Nos sentamos todos a la mesa y comenzamos a comer mientras hablábamos.
-¿Nos vais a contar ya cómo os conocisteis?- insistió mi madre, que era muy curiosa.
Hye Hoon me miró y sonrió.
-Es bastante gracioso ahora que lo pienso, aunque podrías haberme matado- dijo.
-¡Oye, que yo no conducía!
-Sí, pero ibas en el coche y es como si fueras responsable.
-Te recuerdo que yo me sentía culpable por todo, pero eras tú la que decías que yo no tenía la culpa de nada con tu coreano mal hablado.
Cuando terminamos de “discutir” nos dimos cuenta de que nos estaban mirando boquiabiertos y suplicantes por una respuesta a todo lo que habíamos dicho. Así que entre los dos nos dispusimos a contar la historia, la cual hizo llorar a mi madre que era muy sentimental. Por mi parte conté cómo me sentí cuando se fue a España y el tiempo que estuvimos separados y luego Hye Hoon, cada vez más sonrojada, contó su parte.
-Al principio creía que solo me gustaba por ser famoso- dijo.- Pero cuanto más le conocía más deseaba estar con él. Me da vergüenza decir estas cosas.
-A mí me pasaba igual. Por eso cuando me besaste aquel día te pregunté si me querías por mí o por ser quien soy.
-Espero que ya te haya quedado claro por cuál de los estoy enamorada.
La abracé como si no hubiese nadie a nuestro alrededor y le di un beso en la frente.
-A hacer cariñitos a otro sitio- dijo mi padre y mi madre le dio un golpe en el brazo para que se callase.
-¡Déjalos tranquilos! Son jóvenes.
Hye Hoon se separó un poco de mí avergonzada y continuó comiendo. Cuando terminamos esperamos a las campanadas y nos felicitamos el año nuevo. Después de las 12 estuvimos un buen rato bailando, tocando y cantando. Incluso Hye Hoon se animó y tocó una canción con la guitarra de mi padre. Yo acabé cantando la nueva canción que había grabado hace una semana escasa para el nuevo dorama de Minho. También fui obligado a bailar una canción tradicional con mi madre, mientras Hye Hoon lo intentaba con mi padre y mi hermano se reía de nosotros. Cuando ya no aguantábamos en pie decidimos acostarnos y descansar. Subimos a la habitación y Hye Hoon se desplomó sobre el colchón derrotada.
-¿No te cambias?- le pregunté.
-No tengo fuerzas ni para eso.
-Has bebido demasiado.
-Cállate- dijo entre risas y con la voz pastosa.
-¿Quieres que te ayude a quitarte la ropa?
Levantó levemente la cabeza y sonrió mientras asentía. Me acerqué a ella y le quité las botas y los calcetines para ponerle los de lana. Le quité el pantalón y el suéter y le puse el pijama.
-¿Por qué me pones más ropa?- dijo mientras me levantaba mi suéter y yo dejaba que me lo quitase.
-Porque vamos a dormir.
-Pero Hye Hoon no quiere dormir. Quiere jugar con Taemin hasta que amanezca.
Puse los ojos en blanco y la tumbé en la cama. Me quité el pantalón y me puse el del pijama. No pude ponerme el jersey porque Hye Hoon tiró de mí y me tumbó a su lado en la cama. Yo comencé a reírme bajito para no molestar a nadie y ella comenzó a besarme el cuello.
-¡Yah! Para. Nos pueden escuchar.
-Seré silenciosa, lo juro.
Eso provocó que me riera más y la aparté para poder ponerme el jersey y meterme en la cama.
-Tengo mucho frío y sueño. ¿Podemos dejarlo para mañana?
-Pero yo quiero ahora…
Rodeó mi cuello y me besó en la boca. Correspondí a beso y cuando me soltó la tapé con la colcha y me acomodé a su lado para intentar que se durmiese.
-Venga. Te prometo que mañana te prepararé una noche de juegos y lo que tú quieras. Vamos a estar solos en la casa, ¿de acuerdo?
Refunfuñando se tumbó del todo y apoyó la cabeza en mi pecho. No tardó mucho en dormirse y cuando vi que ya no se molestaría en levantar la cabeza apagué la lámpara y me dormí.

                                                                       ~*~

Qué dolor de cabeza… ¿Ya es de día? Me incorporé despacio para no vomitar y miré a mi alrededor. Taemin todavía estaba profundamente dormido a mi lado y como yo no tenía las más mínimas ganas de levantarme, volví a acostarme a su lado y le rodeé con los brazos. Al poco rato volví a despertarme y ya me encontraba mejor. Levanté la mirada para mirar la hora. ¡¿LAS DOS?! Desperté a Taemin y le dije la hora que era. Ambos nos levantamos rápido y nos cambiamos. Yo fui al baño para peinarme y cuando volví a la habitación él ya había terminado de arreglarse. Bajamos uno detrás del otro a la cocina y ya estaban los tres allí.
-Buenos días, tortolitos- dijo su hermano.
-No os he despertado porque estabais durmiendo muy a gusto. ¿Queréis tomaros un zumo antes de comer? Tardará al menos una hora más en cocerse todo- preguntó amablemente su madre.
-A mí sí que me gustaría tomarme uno.
-Ponme otro a mí, por favor.
Asentí y serví los dos vasos. Nos lo bebimos de un trago y fuimos con su hermano al salón.
-¿Queréis que demos una vuelta y así le enseñamos el pueblo a Hye Hoon?- dijo Taemin.
Ambos estuvimos de acuerdo. Nos pusimos los gorros, los guantes y las bufandas y salimos a dar un paseo por los alrededores. Su madre nos dijo que no tardáramos mucho en volver. Las casas de aquel pueblo eran todas muy antiguas, parecidas a la casa de los abuelos de Woosung. Woosung… ¿Cómo estará? Tropecé y caí sobre la nieve, provocando la risa de mis dos acompañantes. Taemin me tendió la mano y me ayudó a levantarme.
-¿En qué pensabas para no ver esa maceta?- dijo su hermano.
-Estaba… Pensaba en cosas. No importa.
Taemin se me quedó mirando preocupado. Negué con la cabeza y le dije que estaba bien. Me cogió de la mano para que no volviera a caerme y seguimos adelante. Intenté no volver a pensar en Woosung, pero realmente me preocupaba haber dejado las cosas así. Hacía más de dos semanas que no nos veíamos ni hablábamos. Mañana le mandaré un mensaje pidiéndole disculpas por mi comportamiento y cuando vuelva hablaré claro con él. Después de estar una media hora andando sin rumbo fijo, nos dimos la vuelta y regresamos a la casa para comer. De nuevo estaba todo delicioso. Comí hasta reventar y luego estuvimos jugando a las damas, aunque yo no era muy buena.
-Hoy no os quedáis a dormir, ¿verdad?- preguntó el padre de Taemin.
-No. Nos iremos dentro de un rato.
-Será mejor que llames un taxi ya, hijo. Así estará aquí para cuando os vayáis.
Asintió y se levantó a llamar. Me dijo que yo de mientras podía subir a arreglar nuestras cosas, así que eso hice. Cuando ya tenía mis cosas arregladas entró Taemin y me ayudó a terminar de arreglar las suyas.
-Siento mi comportamiento de anoche.
-¿Te acuerdas? Pensé que no te acordarías.
-¿Por eso me dijiste lo de jugar esta noche? Maldito mentiroso.
-Lo de jugar lo dije en serio y lo sigo manteniendo.
Sonrió y bajó nuestras cosas. El taxi tardó casi dos horas en llegar, así que decidimos ver una película navideña todos juntos. Cuando llegó nos despedimos de todo el mundo.
-Nos alegramos mucho de haberte conocido y de que cuides tan bien de nuestro pequeño Taeminnie.
-Yo también me alegro de haberlos conocido. Y seguiré cuidando de él mientras me deje.
Subimos al coche y nos fuimos a casa, ansiosos por nuestra noche de juegos.
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