miércoles, 20 de marzo de 2013

Capitulo 16: One




Capitulo 16: One

-¿Entonces te apuntas?
-¿Qué?- pregunté distraída.
Últimamente necesitaba que me repitieran las cosas varias veces. Pareces un zombie, me decían mis compañeras de clase. Apenas salía de casa y si lo hacía era para ir al supermercado. Los primeros días, Taemin solía llamarme al menos veinte veces al día. Luego apenas cinco. Y ahora, después de casi dos meses, no recibía señales de vida.
-Deberías contestarle- sugería Woosung, que volvía a tratarme como antes- Deberías permitirle que se explique aunque a mí no me haga la menor gracia.
Nunca, ni una sola vez le hice caso. Tal vez debería haberlo hecho, pero ahora eso ya no tenía sentido. Jamás me respondería si intentase ponerme en contacto con él. Había veces que llegaba a la facultad sin apenas dormir, porque me comía la cabeza pensando si mi decisión de no contestarle a las llamadas ni leer sus correos había sido la correcta. Para intentar no pensar en esas cosas, al menos durante la mayor parte del tiempo, me dediqué en cuerpo y alma a los estudios. Me esforzaba más de lo que lo había hecho en toda mi vida, y daba sus frutos. Incluso me apunté a una academia de danza, para rellenar del todo mi horario. Cuando no tenía nada que hacer secuestraba a Woosung y le obligaba a dar paseos o a ir a algún pub con nuestros amigos.
-¿Me estás escuchando?- sus voceríos me hicieron volver a la realidad.
Silvia se giró al escuchar a Alicia y se unió a nuestra conversación, si es que se le podía llamar así.
-¿Otra vez pensando en las musarañas, coreanita?- me dijo revolviéndome el pelo.
-Lo siento. Estos días he estado muy agobiada con los exámenes- miento- ¿Me puedes repetir la pregunta?
-Decía- enfatizó- que si Woosung y tú queréis venir con nosotros esta noche a la fiesta de Alec- La celebra en la casa de la playa del cabo, la de sus abuelos. Dormiremos allí, así que coged ropa.
Asentí y fui a decírselo a Woosung que estaba en primera fila con algunos chicos. La idea le pareció bien, ya que habíamos acabado los exámenes y tocaba relajarse un poco. Estábamos a mediados de marzo y ya se empezaba a notar el buen clima. Todavía no hacía el calor sofocante del verano, pero ya podías salir a la calle con camisetas de manga corta. Al llegar al piso nos arreglamos las cosas rápido, porque Silvia nos dijo que nos recogerían ella y Alec en su furgoneta. Alec era el novio de Silvia, por eso nos conocimos y resultó que nos llevábamos de perlas. Poco después de comer Silvia nos llamó y bajamos con nuestras cosas.
La casa era de lo más acogedora. Este chico tenía que estar forrado, pensé. La casa tenía un gran porche que daba al mar, con una mesita para dejar los refrescos y dos tumbonas mullidas donde relajarte y desconectar. Al lado… ¡Había un jacuzzi! El salón y la cocina eran igual de grandes, divididos a partes iguales, exceptuando los siete metros cuadrados de baño. Alec nos acompañó al piso de arriba y nos enseñó las habitaciones. Woosung y yo dormíamos en la misma habitación, aunque un pequeño gran detalle llamó mi atención: la cama era de matrimonio.

                                                                       ~*~

La cabeza me daba vueltas. Sentía una ligera sensación de agonía, pero era soportable. Abrí los ojos porque si los cerraba era peor. Vi una silueta que se acercaba a mí con una botella. Me levantó del suelo. ¿Cuándo me he caído? Me sentó en el sofá y me obligó a beber un poco de agua.
-Has estado bebiendo…- Jonghyun dejó la botella sobre la mesa y me obligó a mirarle.
-No… No he bebido mucho…
-¡No me mientas, Taemin! Odio que lo hagas…
Se levantó y comenzó a recoger el desastre que había armado. Me intenté levantar para ayudarle pero el simple impulso para ponerme en pie hizo que se me revolviese el estómago, así que me quedé donde estaba. Cuando terminó volvió a sentarse a mi lado y me obligó a beber más agua y a comer un poco de chocolate.
-Desde que Hye Hoon y tú os peleasteis has estado bebiendo mucho y eres demasiado joven para ir emborrachándote cada dos por tres. Un día llegaste un poco tocado a una práctica. ¿Cómo crees que se puso el CEO cuando te vio? Y las culpas, obviamente, fueron para Onew, por ser el líder- volvió a dejar la botella- Intentamos animarte y cuidarte, pero si no nos dejas ver lo que sientes no podemos hacer nada…
Las lágrimas se me amontonaban y notaba un nudo realmente molesto en la garganta. Los ojos me escocían y no me salían las palabras.
-Suéltalo todo, Taemin. Te ayudará- me puso una mano en el hombro- Te escucho llorar muchas veces en el baño cuando vas a cambiarte antes de dormir.
Y la barrera se resquebrajó. Las lágrimas comenzaron a brotar sin control. Me apoyé en el hombro de Jonghyun y me abrazó. Escuché pasos y voces preocupadas, pero no les hice caso. Me avergonzaba comportarme así delante de ellos, pero no aguantaba más esta angustia. El hecho de soltarlo hacía que me sintiese mejor. Sentí la voz de Key detrás de mí y varios brazos me reconfortaron. Al rato creo que me dormí porque no recuerdo qué pasó.

                                                                       ~*~

La fiesta comenzó siendo de lo más puritana, pero al llegar el alcohol la gente se desmadró. Alec y Silvia se besuqueaban en cada esquina de la casa. Alicia parecía haber encontrado a un chico mono, sobrio, que solo quería hablar y pasarlo bien. Yo en cambio había pillado la borrachera del siglo. Woosung estaba igual. Jugamos a “Quien haya hecho… que beba” y comenzamos a decir frases al azar hasta que acabamos más borrachos que un barril de cerveza. Era consciente de que la gente me hablaba, pero no era consciente ni de lo que me decían ni de lo que decía yo. Alguien me cargó en sus brazos y me subió a la habitación. Comencé a reírme como una tonta y me quité la ropa para meterme en la cama. Un calambre me recorrió el cuerpo entero, mi frente, mis mejillas, mis labios mis pechos. Me agarraba donde podía. La excitación y el alcohol hacían que no pensase con claridad. Le arranqué la camiseta sin pensarlo dos veces. Sentía sus labios por todo mi cuerpo. Sus caricias me ponían la piel de gallina. Perdí la noción del tiempo. Masajeó mis pechos y me di cuenta de que estaba completamente desnuda y… Todo se tornó blanco.

                                                                       ~*~

Me levanté con los ojos hinchados y la noona coordinadora se enfadó un poco, pero el maquillaje hacía milagros y para la sesión de fotos del nuevo álbum había quedado perfecto según ella.
-Haces milagros con esas manitas tuyas, noona- le dije.
Me dio un empujón y me dijo que me preparase, que ya estaban todos listos. Me relajé y me concentré todo lo que pude. El trabajo no debía mezclarlo con mi vida privada. No ahora.
Estuvimos toda la mañana metidos en aquella habitación y por la tarde salimos a la calle para terminar la sesión de hoy. A media tarde, casi anocheciendo, fuimos al estudio a practicar las coreografías. Allí nos encontramos a Rin Hae y sus compañeras, a la cual ni miraron los chicos, excepto Key que si hubiese podido la habría fulminado con la mirada. Todos se fueron preparando, dejando tiempo a las chicas para recoger sus cosas y marcharse. Rin Hae pasó por mi lado y me dio un beso en la mejilla. Luego desapareció con sus compañeras.
-…tuvo que hacerlo a propósito- estaba diciendo Jonghyun cuando me acercaba.
-Eso no podemos saberlo. Deberíamos preguntarle a ella- contestó Minho.
-¿De qué habláis?- pregunté curioso.
-Ah, de Amber- dijo Key- Resulta que cuando he entrado al vestuario de los hombres estaba ella y me había dicho que se había confundido. Como si no supiera a estas alturas cuál es cuál…
Les notaba algo nerviosos, pero no sabía por qué. No le di importancia y nos pusimos a practicar hasta que no pudimos más. Después de darnos una buena ducha y cambiarnos nos preparamos para irnos a casa. En la puerta de la compañía nos estaba esperando Seohee, una de las compañeras de grupo de Rin Hae. Nos hizo una señal para que la siguiéramos hasta la esquina donde nadie nos viese ni nos escuchase.
-¿Qué es lo que quieres contarnos?- pregunté.
Vaciló un momento, se aclaró la voz y comenzó a hablar.
-Yo no debería decirte esto, pero no me parece nada bien su conducta. Mi odio hacia ella es cosa aparte. No influye en esto.
-¿A dónde intentas llegar?- dijo Onew.
-Rin Hae pagó a un fotógrafo para que sacase esas fotografías y las publicase.
Me quedé en shock. Yo la había consolado y la había intentado hacer sentir mejor, porque ella creía que su carrera estaría siempre basada en este escándalo. Y ahora me entero de esto. Me daban ganas de gritar, romper el cristal, ir a casa de Rin Hae y preguntarle tantas cosas… Pero ni siquiera mostré lo que sentía. Me di la vuelta y fui hacia la furgoneta. Cuando subieron ellos me hicieron un montón de preguntas. ¿Cómo estás? ¿Qué piensas al respecto? ¿Hablarás con ella? ¿Y Hye Hoon?... No respondí a ninguna, pero sí quería llamar a Hye Hoon. Aunque antes aclararía toda esta mierda.

                                                                       ~*~

Cuando me desperté tuve suerte de que no me doliera la cabeza pero la boca me sabía a alcohol todavía. Intenté incorporarme un poco y vi que estaba completamente desnuda. Miré el reloj. Las 12 del mediodía… Y parece que todo el mundo está durmiendo. Hacía un día soleado y precioso para pasear por la playa. Miré a mi alrededor en busca de mi ropa y me encontré a Woosung durmiendo a mi lado… Desnudo, igual que yo. ¿Qué ha pasado aquí? Me tapé con la sábana y le tapé a él. Estaba confusa. No recordaba nada a partir del juego de los chupitos. Todo era una enorme laguna de vodka, whisky y tequila barato. El corazón me batía tan rápido que creía que se me saldría por la boca en cualquier momento. Vi mi camiseta en la silla que había al lado del escritorio. Me levanté sin moverme demasiado porque todavía me sentía mareada, y me la puse. Como no encontraba los míos, me puse los pantalones de Woosung que estaban en el suelo al lado de la puerta y me acerqué a él para despertarle. Necesitaba una explicación de todo aquello. Le daba golpecitos en el brazo y le movía con cuidado por si estaba como yo.
-¿Woosung? Despierta. Necesito hablar contigo.
Dijo algo extraño y se giró dejando su trasero al descubierto. Cogí la sábana y le tapé de nuevo. Le metí el dedo en la oreja y se sobresaltó. Se levantó tan rápido que se puso pálido.
-¿Estás bien?- le pregunté obligándole a acostarse otra vez.
-No mucho, pero bueno… ¿Por qué llevas mis pantalones?
-¿Por qué estábamos durmiendo desnudos?
Mi pregunta le dejó sin palabras. Se pasó la mano por el pelo y cerró los ojos. Yo estaba demasiado nerviosa. No me contestaba y los segundos parecían milenios.
-Por favor… Contéstame- le supliqué.
Se incorporó cogiendo su camiseta, que la había encontrado bajo la almohada, y se la puso. Me miró a los ojos demasiado serio.
-¿Tú qué crees que pasó?
Eso era lo peor que me podía decir. Me dejé caer en el suelo y apoyé la cabeza en el colchón. Me sentía fatal y me juré a mí misma no volver a probar en alcohol a no ser que fuese la típica copa de cava de navidad. Woosung me acarició el pelo y me dio un beso en la coronilla.
-Tranquila. No pasó eso. A mí se me estaba pasando la borrachera y acabé recuperando los tornillos que había perdido durante la noche. Aunque tú no parecías estar muy en tus cabales, pero te dormiste en cuanto paré.
-¿Y por qué estábamos desnudos?
-¿Crees que con la mierda que habíamos pillado podíamos vestirnos? Simplemente pude taparte con la sábana un poco y me quedé dormido.
-Me alegra escuchar eso. Gracias por no aprovecharte de la situación- me levanté para buscar el resto de mi ropa.
-Sabes que no soy así. Jamás me aprovecharía de ti de esa manera.

                                                                       ~*~

Seohee me dijo la agenda que llevaban para el día siguiente así que llamé a Rin Hae y le dije que viniese a la casa cuando acabase. Me contestó que sí feliz, por supuesto. Me preparé un discurso mental, pero seguro que no lo seguiría. No había estado tan enfadado con alguien en toda mi vida. Jonghyun me preguntó qué estaba planeando y me sugirió que no perdiese los estribos.
-Esa niña es una víbora. Se le nota en la cara- dijo Key- Desde que entró en la compañía he sabido que acabaría haciendo algo malo. Solo había que ver su comportamiento.
Le fulminé con la mirada y se calló al instante. Me hervía la sangre y necesitaba calmarme si no quería soltarle un buen puñetazo en cuanto cruzase la puerta. Minho que era el que más mantenía la calma en ese momento me dijo que le enviase otro correo a Hye Hoon explicándole todo el malentendido.
-Llamando su atención desde el primer momento seguro que lo lee. Hazme caso. No puede evadir tus mensajes toda la vida.
-Ya, pero hasta ahora no ha contestado a ninguno. ¿Por qué este iba a ser diferente?
-Porque ahora sabes absolutamente todo y lo podemos demostrar. Grabaré la confesión de Rin Hae y lo usaremos en su contra, para que puedas volver a tu vida.
En ese momento el timbre sonó y Onew se dispuso a abrir. Cuando Rin Hae entró me buscó con la mirada y cuando me encontró saltó sobre mí y me abrazó.
Me repugnas…
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