miércoles, 20 de marzo de 2013

Capitulo 8: Honesty




Capitulo 8: Honesty

Me separé lentamente de él y cuando miré a mí alrededor me di cuenta de que nos estaban mirando sorprendidos. Bajé la mirada avergonzada y sin previo aviso Taemin me agarró de la muñeca y me arrastró hasta la calle, con las miradas de asombro de todos siguiéndonos hasta desaparecer por la puerta trasera. Tiró de mí sin hacerme daño hasta un hueco entre dos casas lo suficientemente grande para que pudiéramos entrar los dos, algo apretados, y lo suficientemente pequeño para que nadie nos molestase. Me miró tan serio que comencé a asustarme. Hice ademán de hablar, pero me tapó la boca con la mano.
-Solo quiero preguntarte una cosa… Y quiero que seas sincera…- su tono parecía suplicante. Asentí
animándole a preguntar- ¿Tú… me has besado porque de verdad… te gusto o porque soy famoso?
Eso me dolió. Ni siquiera pensaba en él como un famoso desde los últimos cuatro meses. Hacía tiempo que le admiraba como persona y sobre todo como un gran amigo. Le cogí la mano con delicadeza y la aparté un poco sin separarla de mí. La apoyé en mi corazón para que sintiera lo acelerado que iba cada vez que se acercaba a mí, cada vez que notaba su mirada, cada vez que sonreía… Me armé de valor y hablé.
-Hace ya tiempo que siento algo por ti, pero no quise aferrarme a ese afecto, porque es muy difícil que tú y yo podamos estar juntos. Tampoco sé si es amor. En estos momentos solo sé que no puedo vivir sin ti.
La voz se me fue apagando con forme hablaba y las lágrimas se agolpaban en mis ojos. Con la mano que tenía libre me acarició el rostro, se inclinó y posó sus labios sobre los míos dulcemente.

                                                                       ~*~

Salir de esa casa fue lo primero que me pasó por la cabeza. Fue un impulso. Ni siquiera me paré a pensar en la prensa o en las fans. Por suerte casi nunca había nadie por la zona donde vivíamos. Después de aclarar nuestra situación decidimos dar la cara delante de todos y volvimos a la casa. Quería coger su mano, pero no me atrevía por si nos veía alguien y la metía en un lío. Al llegar entré primero yo y todos estaban sentados frente al televisor. Toqué a la puerta y apoyé mi mano en la espalda de Hye Hoon para acercarla a mí. Los chicos se giraron y los que estaban en el suelo se levantaron.
-Bueno… ¿Nos lo vais a explicar?- dijo Key con una sonrisa de oreja a oreja.
-Así que era esta la razón por la que querías venir. Ya sé que me mentiste, era imposible no darme cuenta. Pero después de lo que me contaste no quise fastidiarte el plan- Woosung se acercó y abrazó a Hye Hoon- Si alguna vez la haces llorar te mataré.- me dio una palmada en el hombro y se apartó para dejar que Key se nos acercara gritando. Nos felicitó y nos abrazó tantas veces que no puedo ni recordarlo.
Quería huir de toda esa situación embarazosa y por las miradas de Hye Hoon creo que no era el único.
Después de todo el barullo que montamos los dos intentamos pasar un rato a solas para hablar, pero como le quedaban pocos días de vacaciones, los chicos quisieron estar con ella también. Aunque encontré una oportunidad cuando estaban a punto de irse a casa para pedirle su dirección y una cita.
-Mañana por la mañana pasaré a recogerte. ¡No puedes irte sin estar un día a solas conmigo!
Asintió y salió por la puerta sonriendo.

                                                                       ~*~

Me arreglé con tiempo porque no me dijo a qué hora de la mañana pasaría a buscarme. Yo, precavida, me había levantado a las 8 de la mañana y había preparado todo lo necesario. La abuela de Woosung ya estaba despierta cuando bajé a desayunar.
-Te oí y bajé a prepararte algo rico.
-¡Oh, no es necesario! No debería haberse molestado. Puede ir a descansar.
-Ya estaba despierta, tranquila.- me sonrió amablemente y dejó el último tazón sobre la mesa.
Era demasiada comida para mí sola, pero traté de comérmelo todo ya que lo había preparado con tanto esmero. Después de engullirlo todo me tomé la manzanilla con especias que cultivaba la abuela, soplando y resoplando para no quemarme. Parece que les ponga quemarse la lengua a los coreanos, pensé. Después para relajarme un poco me senté en la alfombra de la pequeña salita a leer, para matar el tiempo hasta que llegase Taemin. ¿Me pregunto qué se habrá puesto para no llamar la atención?
Eran casi las 10:30 cuando alguien tocó a la puerta. Como yo era la que más cerca estaba me levanté y abrí. Frente a mí estaba Taemin con unas gafas de sol, una gorra negra y la ropa más hortera que pudo encontrar en su armario. Sin querer solté una carcajada, pero se había disfrazado bien. Había intentado ponerse ropa con la que la gente no lo reconocería ni por asomo.
-Bueno… ¿Me parezco a mí?- preguntó estirando su camiseta rapera que le venía como un vestido.
-De lejos estoy segura de que no.
Cogí el bolso y me despedí de la abuela. Woosung ya estaba avisado de que pasaría el día fuera, así que planeó un día con su hermana, para llevarla al parque de atracciones. Me subí al taxi con el que había venido y por fin me besó. Fue un pequeño roce en los labios, pero algo es algo teniendo en cuenta que es asiático. Me miró algo avergonzado. Claro, no ha sido mejor porque le da vergüenza delante del taxista, pensé.
-Y dime… ¿Dónde vamos? ¿A un karaoke, a la playa, a un restaurante a comer…?
-Al zoo- respondió.
-¿Por qué los asiáticos siempre lleváis a las chicas en la primera cita al zoo? ¿Qué tiene un zoo que os enamora?
Me miró sorprendido y divertido y sin dejar de reírse me dijo:
-¿Qué tienes tú en contra de los zoos? Si no te gusta podemos ir a otro sitio. A mí no me importa.
-Qué va- apoyé la cabeza en su hombro- Me da igual con tal de estar contigo.
Apoyó su cabeza sobre la mía y entrelazó nuestras manos, quedándonos así hasta que llegamos al pequeño zoo. Estaba alejado del centro y no parecía haber mucha gente.
-He elegido este sitio porque no suele venir mucha gente y es calmado, así podemos pasear más tranquilos.
Asentí y le tiré del brazo para que entráramos. Había animales de todo tipo. Desde iguanas y lémures hasta cocodrilos y leones. Según había leído antes de entrar era un zoo donde llevaban los animales que no podían criarse en libertad porque estaban enfermos o simplemente porque no habían sido capaces de aprender de sus madres. Por los reptiles preferí pasar rápido, aunque a Taemin parecían entusiasmarle. Me colgó una serpiente en el cuello y yo casi salgo corriendo de no ser por el cuidador que me sujetó para quitármela de encima. En cambio en los leones fui yo la que le retuvo. Le gustaban como a mí, pero les tenía respeto. Decidí acercarme a los cachorros y conseguí que me dejaran darle el biberón a uno.
Cuando miramos el reloj nos dimos cuenta de que se nos había pasado volando la mañana y ya era hora de comer. La tripa comenzó a hacerme ruidos. Provocando la risa de Taemin. Le di un codazo.
-¿Te has divertido?- preguntó sin dejar de reírse.
-Pues sí- contesté colgándome de su cuello y subiéndome a su espalda- Ha sido una experiencia maravillosa. Espero que hayas sacado las fotos que te he dicho. Porque pienso revelar la que estoy con el pequeño león.
-¿Y las que estamos juntos con los lémures no?- preguntó haciendo pucheros.
-Idiota. ¡Claro que sí!
Le di un beso en la mejilla y nos dirigimos al café-restaurante que había al otro lado de la calle. El resto del día lo pasamos de aquí para allá, siempre por sitios donde había poca gente, por tiendas pequeñas y por supuesto al karaoke. Cuando pasamos por delante de un tenderete que había en la calle me quedé mirando un llavero pequeño con una guitarra. Le miré sonriente y emocionada por lo que iba a hacer.
-Siempre me ha hecho ilusión hacer esto- le dije que esperase y que no mirara lo que iba a comprar. Cuando volví se lo enseñé. En una mano tenía la guitarra roja y en la otra la negra- Uno es para ti. ¿Cuál te gusta más?- me miró sorprendido.
-Pensaba que decías que eran cosas de niñitas.
-¡Cállate y elige! O me los quedo yo los dos.
Me quitó el negro de la mano y se lo colocó en el móvil.
-Era para las llaves pero vale, puedes usarlo ahí también- cogió el mío y lo puso en mi móvil- Me da vergüenza hacer esto, ¿sabes?
-Has sido tú la que los ha comprado.
-Pero no para esto.
Comenzamos a reírnos y cogimos un taxi para volver. Al principio llevábamos la ruta buena, pero después el coche fue en la dirección contraria a la casa de los abuelos de Woosung. Miré a Taemin extrañada pidiéndole una respuesta.
-Woosung sabe que no vas a ir hoy a casa. Tengo su consentimiento como tu mejor amigo- le miré más sorprendida todavía- Los chicos han salido hoy y llegarán tarde.
No pude descifrar su mirada, así que decidí esperar hasta llegar a la casa y preguntarle qué tramaba. Suponía que sería alguna película o algo parecido. Era asiático así que no podía esperar otra cosa. Aunque no todo era como en los doramas. Al llegar me metió rápido en la casa para que nadie nos viera. Al entrar me dirigió a su habitación y me dijo que me pusiera algo de su ropa para dormir. Cogí mi camiseta favorita, la que llevaba en el vídeo de la práctica de Lucifer, y unos pantalones cualquiera y me fui al baño a cambiarme. Estaba muy nerviosa por pasar nuestra primera noche juntos, pero estoy segura de que será genial.

                                                                       ~*~

Cuando Hye Hoon entró en la habitación la iluminó por completo. Llevaba mi camiseta de rayas negras y blancas y unos pantalones piratas rojos. La cogí del brazo y la obligué a sentarse a mi lado. Acaricié su rostro pasando por los ojos, la nariz, los pómulos y finalmente la besé con ternura. Ella lo correspondió con ganas y rodeó mi cuello con los brazos. Enredé mis dedos en su pelo y la atraje más hacia mí, impaciente. Quería que esa noche fuese perfecta. Empezaba a costarnos respirar así que nos separamos para recuperar el aliento y nos miramos a los ojos. Ella sonrió y me dio un beso en la punta de la nariz antes de quitarme temblorosa la camiseta. Se quedó mirándome sonrojada. Parecía que se había paralizado así que la ayudé a reaccionar. Cerré sus ojos y al quitarle la camiseta besé su cuello. Se estremeció y apoyó sus manos contra mi pecho obligándome a separarme y mirarla a los ojos. Dudó un poco, pero finalmente habló.
-¿Estás seguro?- yo la miré confuso y ella continuó- Esto solo lo quiero hacer si estás seguro de que quieres… hacerlo… conmigo…
La abracé como si fuera la última vez que la veía y volví a besarla.
-No te atrevas a volver a preguntar eso- susurré. Apenas podía hablar de los nervios, pero me esforcé- Te quiero y aunque vivas lejos y no nos vayamos a ver mucho, te seguiré queriendo.- me acerqué a su oído y se lo repetí para que se le quedara grabado- Saranghae.
Volvió a rodear mi cuello y me besó con impaciencia. Terminamos de deshacernos de nuestra ropa y se quedó tumbada debajo de mí, completamente desnudos. Pasé mi mano por su rostro y realmente avergonzado le pregunté:
-Oye… ¿Es tu primera vez?- nos miramos fijamente, yo nervioso, ella cada vez más sonrojada. Un rato después rompió el silencio incómodo.
-Sí… ¿Y la tuya?- me preguntó sonriendo con nerviosismo.
-También- sonreí igualmente.
Sin aguantar más cerró los ojos y asintió. La besé por última vez antes de penetrarla. Comencé despacio, totalmente inexperto, pero intentando que fuera la mejor noche de nuestras vidas. Aumenté un poco el ritmo excitado por sus gemidos, un tanto reprimidos. Me acerqué a ella sin parar de entrar y salir y la besé. Nuestras lenguas bailaron al mismo ritmo. Pero ella se paró y me miró.
-Ya… Casi…
Aumenté todavía más el ritmo. Rozaba cada recoveco de su piel, cada mechón de pelo. Ella acariciaba mi espalda, ambos llenos de sudor. Un poco más. Di la última embestida y los dos caímos rendidos en la cama. Nos quedamos tirados un rato hasta que Hye Hoon se levantó y me dijo que deberíamos ponernos la ropa para que no nos vieran así los chicos. Nos volvimos a acostar y nos dormimos abrazados.
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